
Cedeira es eminentemente turística y veraniega y punto neurálgico de una zona de gran belleza.
Las calles tradicionales conservan el trazado medieval, así como parte del antiguo recinto amurallado con bellos rincones para pasear. No podemos olvidar otro fundamental atractivo que es la calidad del marisco de estas costas.
Medieval refugio, que, huyendo del amor de la princesa Ginebra, encontró el caballero Lancelot. Mágico paisaje que aún admiran los druidas porque el atardecer es tan largo como la aurora y villa que duerme sus noches sobre un río, el Condomiñas.
Cedeira es uno de los territorios más hermosos e interesantes de Galicia. Por su medio natural, por su historia y sus atractivos turísticos. Desde la sierra veremos como muere el sol y los recios navíos de su puerto pintan acuarelas sobre el azul intenso. El mar, sin embargo, prefiere ramificarse en ría buscando la calma de la playa serena y es en sus riberas donde la villa vive la brisa marina y el regreso de los barcos.
Llegar hasta aquí es una deliciosa aventura, que dura 32 kilómetros desde Ferrol y 29 desde Ortigueira, de mirador en mirador. Es el norte del norte de la esquina atlántica ibérica y a medida que nos acercamos comprendemos el porqué este es el centro neurálgico del turismo de la zona.
Cedeira posee un territorio impresionante y bello que para conocerlo hay que ir a propósito pero merecerá la pena y los que aquí se acercan se quedan unos días y repiten a la mínima oportunidad
Cedeira se transforma en verano. Se triplica su población como consecuencia de una colonia turística de tipo familiar, que se siente atraída por la belleza de su costa y por los excelentes servicios que encuentra en la villa. Pero se nota aquí un turismo de paso, cada día más numeroso, interesado por la magia que rodea todo este paisaje tan diferente del resto de la península Ibérica. El mar bravo, la placidez de su ría, la sierra, todo resulta atractivo y sorprendente para quien viene por primera vez y aunque Cedeira crece como destino turístico, es también un centro urbano activo, a la sombra del sector pesquero, básico en su economía. Ha desarrollado un interesante sector comercial y es un lugar ideal para pasar un fin de semana, en cualquier época del año.
Su estética urbana, de plazas, jardines y paseos marítimos, es muy atractiva y la calidad de vida es excelente. La gran playa de Cedeira es la de la Magdalena, en torno a la que se extiende la propia villa, desde la desembocadura del río Condomiñas. Otros arenales magníficos nos invitan en verano a disfrutar de la ría, entre Esteiro y la punta do Sarridal: Cerdeiras, Miseñora, Arealonga y Sonreiras son otras opciones mas solitarias que la gran playa urbana. En algunas podemos practicar el surf, pero para eso tenemos muy cerca la playa de Pantin, considerada la mejor del norte de España entre los surfistas.
En Cedeira hay que comer percebes y buen pescado. Hay magníficos restaurantes y sus precios están muy por debajo de los de las cartas de los restaurantes de las grandes capitales. Para bajar paseando algún kilo que adquirimos ante tan buenas viandas, nada mejor que hacerlo por la villa vieja o casco histórico, un conjunto de origen medieval en el que destacan sus singulares edificaciones. Las estrechas calles, las fuentes, la pequeña plaza, todo tiene un encanto especial. También hay que admirar su Iglesia Parroquial y las Casas de Indianos, edificaciones de finales de siglo XIX con acusada influencia del estilo colonial español, que pertenecían a emigrantes.
Claro que también podríamos hacer la digestión en La Fortaleza, como se conoce popularmente al castillo de la Concepción, cuya construcción se debió a una derrota ante la flota inglesa. Actualmente es área recreativa ideal para contemplar la ría y un museo histórico de la villa.
Cedeira es uno de los territorios más hermosos e interesantes de Galicia. Por su medio natural, por su historia y sus atractivos turísticos. Desde la sierra veremos como muere el sol y los recios navíos de su puerto pintan acuarelas sobre el azul intenso. El mar, sin embargo, prefiere ramificarse en ría buscando la calma de la playa serena y es en sus riberas donde la villa vive la brisa marina y el regreso de los barcos.
Llegar hasta aquí es una deliciosa aventura, que dura 32 kilómetros desde Ferrol y 29 desde Ortigueira, de mirador en mirador. Es el norte del norte de la esquina atlántica ibérica y a medida que nos acercamos comprendemos el porqué este es el centro neurálgico del turismo de la zona.
Cedeira posee un territorio impresionante y bello que para conocerlo hay que ir a propósito pero merecerá la pena y los que aquí se acercan se quedan unos días y repiten a la mínima oportunidad
Cedeira se transforma en verano. Se triplica su población como consecuencia de una colonia turística de tipo familiar, que se siente atraída por la belleza de su costa y por los excelentes servicios que encuentra en la villa. Pero se nota aquí un turismo de paso, cada día más numeroso, interesado por la magia que rodea todo este paisaje tan diferente del resto de la península Ibérica. El mar bravo, la placidez de su ría, la sierra, todo resulta atractivo y sorprendente para quien viene por primera vez y aunque Cedeira crece como destino turístico, es también un centro urbano activo, a la sombra del sector pesquero, básico en su economía. Ha desarrollado un interesante sector comercial y es un lugar ideal para pasar un fin de semana, en cualquier época del año.
Su estética urbana, de plazas, jardines y paseos marítimos, es muy atractiva y la calidad de vida es excelente. La gran playa de Cedeira es la de la Magdalena, en torno a la que se extiende la propia villa, desde la desembocadura del río Condomiñas. Otros arenales magníficos nos invitan en verano a disfrutar de la ría, entre Esteiro y la punta do Sarridal: Cerdeiras, Miseñora, Arealonga y Sonreiras son otras opciones mas solitarias que la gran playa urbana. En algunas podemos practicar el surf, pero para eso tenemos muy cerca la playa de Pantin, considerada la mejor del norte de España entre los surfistas.

Claro que también podríamos hacer la digestión en La Fortaleza, como se conoce popularmente al castillo de la Concepción, cuya construcción se debió a una derrota ante la flota inglesa. Actualmente es área recreativa ideal para contemplar la ría y un museo histórico de la villa.
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